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Con lo explicado en la parte anterior, un analista puede aproximarse a las nuevas cooperativas venezolanas y precisar las falsas, que son numerosas. Falsas son las de maletín, como se afirmó, pero también las constituidas como de trabajo asociado con claras intenciones de beneficio personal en cuanto a exoneraciones impositivas, educativas y de salud propias de las genuinas cooperativas y detrimento de quienes aportan su fuerza de trabajo. Entran en este conjunto varias de recolección de basura y limpieza; de instaladores de líneas telefónicas, eléctricas y acueductos; de construcción y mantenimiento de vías y edificios públicos; de transportistas de hidrocarburos y de personal de empresas públicas; y de ensamblaje de motos y artículos electrodomésticos, entre otras.