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ES&T - Economía Social y Transformación
Nuestra reflexión está centrada en la necesidad, urgente e importante, de pintar "el cambio que transforma"; y estamos seguros,
de que la Economía Social es parte de esa gran obra.

Oscar Bastidas Delgado, José R. Hernández, Iñaki Gainzarain, Nelson Freitez,
Carlos Molina Camacho, David Esteller Ortega, Eduardo Matute, Mario Fagiolo


viernes, 24 de febrero de 2012

Políticas Públicas para promover la Economía Social

Por: Eco. Mario Fagiolo / UDO
Desde el juramento sobre la moribunda el país vive una gran polarización. En la escala Richter 7,5 grados resultarían pocos. El gobierno empeñado en imponer un modelo de producción alternativo al capitalismo, que promueve la economía socialista o anarquista – camuflada de social – como instrumento de políticas públicas. El sector privado y el tercer sector se apegan a sus principios y abogan a la “Responsabilidad Social”.

La recuperación de la capacidad de diálogo pasa a ser la condición primordial para la formulación de políticas públicas en pro de una auténtica Economía Social (ES).

Así será posible establecer un mecanismo de aprovechamiento racional de la renta petrolera; que permita disponer de ese ingreso adicional para apuntalar el desarrollo y como instrumento anti crisis. Otros encontraron la solución al mismo problema; primero, los holandeses – que nos legaron el nombre de la  enfermedad causada por los ingentes recursos petroleros – y luego los noruegos – que empezaron a exportar petróleo, sin enfermarse –. Debemos retomar la advertencia de Pérez Alfonzo: “nos estamos hundiendo en el excremento del diablo”. Solo así podremos repensar nuestro modelo productivo y el rol que, en este, debe jugar la ES.

Es indispensable salir de la discusión entrampada entre “capitalismo” vs. “socialismo”, estudiar la forma de la trampa y entender la esencia del “capital”. Las economías modernas superaron la división entre “sector privado” y “sector público” – al primero las actividades comerciales, al segundo las sociales – pues tales economías son “economías plurales”, que han logrado insertar las dimensiones sociales en las actividades económicas y revalorizar el “mercado” como el lugar de la negociación y de la democracia; pues en las economías modernas la negociación tiende a darse crecientemente como gestión democrática.

La economía venezolana no es una “economía moderna” porque no es una “economía plural”. El sector público tiene una posición hegemónica, tanto en la generación del PIB como del empleo. Pero en Venezuela existen experiencias orientadas con criterios modernizadores; la herramienta de experimentación y consolidación es la “praxis”.

La sociedad es un jardín, las  empresas las flores y el estado el jardinero; este debe preocuparse del conjunto para que las flores luzcan por sí mismas, haciendo lucir el jardín. En síntesis, para la formulación de políticas públicas en pro de la ES, abogamos por: "tanto mercado como sea posible, tanto estado como sea necesario y tanta sociedad como sea deseable”.

Es necesario generar espacios para trialogar y así construir los “operadores de transición” que permitirán la “operación de empotramiento” de la ES en el proyecto de país y echar  las fundaciones de una “política pública para la cuestión de la Economía Social”; sin que esta quede asfixiada en el ámbito restringido de la acción gubernamental: “la política”.