Por
Eduardo Matute.
Ex
Superintendente de Cooperativas Venezuela.
Empecemos por decir una verdad: ¡ el
Seguro Social costarricense funciona bien!
Es un comentario que puede expresar
cualquier venezolano residenciado en Costa Rica.
Con críticas a sus mecanismos
presupuestarios, sin embargo, la Caja Costarricense del Seguro Social
(CCSS) es una de las instituciones más respetadas por los ciudadanos
de ese país. Ese respeto, en los últimos 15 años ha estado avalado
en una significativa medida, por el esfuerzo que médicos y personal
paramédico han realizado en las llamadas Cooperativas de Salud que
ha contratado “La Caja” para atender el 15% de sus afiliados en
clínicas de atención primaria denominadas “Ebais”.
Desde el año 1987, con cada
cooperativa se establece un pacto para una producción de servicios y
atención determinada y se acuerda el universo de comunidades a
atender. De acuerdo con la población estimada se les cancela un
monto por cada persona (per cápita) y por los servicios
efectivamente prestados. “La Caja” es la responsable del servicio
de salud prestado y las cooperativas utilizan la infraestructura que
éstas les provee, encargándose del mantenimiento, reparación y
adquisición de nuevos equipos, pago de servicios públicos y del
personal a cargo del centro.
Las Cooperativas fueron las pioneras
dentro de la estructura de “La Caja” de la promoción y la
prevención, en conjunto con la curación y la rehabilitación .
Dieron origen al primer Equipo Básico de Atención integral de Salud
(EBAIS), siendo la primera, responsabilidad de Coopesalud, en el
cantón de Pavas (www.coopesalud.org).Las 4 cooperativas que se han acordado
con la CCSS atienden 500.000 habitantes y dan empleo autogestionario
a 900 trabajadores.
Me he estado tratando en el Ebais del
cantón de Tibás, gestionado por la Cooperativa Coopesain
(www.coopesain.sa.cr),
la segunda de su tipo que contrató con “La Caja”. Instalaciones
pulcras, impecables, con una atención esmerada del personal y de los
médicos. Las consultas a su hora, respetando el tiempo del paciente.
La entrega de las medicinas en forma inmediata. La reprogramación de
citas, se realiza por la vía telefónica. La entrega a los médicos
de los diversos exámenes a través de una intranet. En resumen, una
excelente clínica.
Sólo dos mejoras le solicitaría a
Coopesain, una renovación de las cientos de sillas de pacientes y la
participación activa de la comunidad, para lograr una mejor gestión
y así , salvaguardar este importantísimo logro de la sociedad
costarricense.
Y para nuestra querida Venezuela, un
comentario: no necesitamos descubrir el agua tibia. Existen
experiencias internacionales exitosas en el marco de la construcción
de un sistema de salud basado en la cooperación de organizaciones, como
p.ej., las desarrolladas en Costa Rica, Colombia, Brasil. Hay que
sentarse a crear una hoja de ruta, que
promueva una verdadera revolución en la forma de hacer las cosas,
garantizando por un lado, que la educación para la gestión estén a
la mano de las comunidades, y por otro, que la excelencia regrese a
formar parte de la idiosincracia de las comunidades organizadas del
país.