Por Eduardo Matute, ex superintendente nacional de cooperativas
edmatute@gmail.com
En las estadísticas del sector cooperativo
costarricense, el cooperativismo escolar ocupa un lugar preponderante. Un total
de 141 unidades están funcionando en escuelas y liceos. Para el Estado, es
importante el desarrollo de estas cooperativas. Tanto en la ley de cooperativas
(http://bit.ly/OThglU) como en el reglamento
dictado al efecto por el Ministerio de Educación (http://bit.ly/NaYFmI)
el objetivo de estas entidades es primordialmente educativo, orientado para que
los estudiantes se familiaricen con las prácticas de ayuda mutua, a tomar sus
propias decisiones, a trabajar en equipo, a ser sociables, a ser respetuosos de
los derechos de otras personas constituyendo en definitiva un medio coadyuvante
a la formación integral de su personalidad. Adicionalmente a esta
finalidad, las cooperativas escolares se encuentran motivadas a trabajar en la
satisfacción de necesidades comunes a los estudiantes.