Por Mario Fagiolo – UDO – Sucre - Venezuelamario.fagiolo@gmail.com
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) se ha preocupado para revisar periódicamente los “principios cooperativos” para adaptarlos al entorno cambiante y fortalecer la visión socialmente responsable del Movimiento Cooperativo en su conjunto. Los principios que responden a la última revisión son los contenidos en la resolución sobre Identidad Cooperativa aprobada en Manchester en 1995.
En las definiciones anteriores a esta no estaba contemplado el principio del “interés por la comunidad”; esto indica como las empresas cooperativas pasaron del enfoque narcisista al interés de los socios por una visión más amplia; que puede ir desde lo simplemente filantrópico, hasta formas más avanzadas de responsabilidad social.
Según la definición de la ACI las “cooperativas son empresas” porque sus dueños son ciudadanos que operan en el ámbito del derecho privado, pero – por la forma organizativa y por las finalidades de ese operar – las “cooperativas son asociaciones” que tienen interés en la comunidad; por lo tanto, son “empresas privadas que atienden el interés público” y se colocan en una situación privilegiada para facilitar el enlace entre las tradicionales esferas de “lo privado” y “lo público”; la filosofía que está en la base del que hacer cooperativo puede servir de referente, para que las organizaciones económicas tradicionales (públicas o privadas) salgan de su enfoque filantrópico.
El creciente reconocimiento del valor de las empresas que se comprometen seriamente con la responsabilidad social ha motivado a que organizaciones de todos los tipos, se adhieran a este concepto cooperativo esencial, estableciendo políticas e informes respecto a sus acciones. El Movimiento Cooperativo está resaltando, cada vez más, el modo en como la RS está en el corazón de la actividad cotidiana de sus cooperativas. La Responsabilidad Social Cooperativa (RSCoop) es un tema en construcción permanente, no acabado, ya que el hablar de esto implica un proceso integral gradual y continuo en las organizaciones cooperativas.
El Balance Social Cooperativo aparece como una herramienta de la gestión socioeconómica que les facilita a las cooperativas medirse y rendir cuentas a los/as asociados/as – sus dueños/as - especialmente y a todos los demás grupos de interés que están involucrados por su accionar en relación con el cumplimiento de su propia esencia o identidad, es decir desde sus valores y sus principios cooperativos.
El modelo que propone la ACI ha incorporado avances consensuados, implementando un conjunto de dimensiones e indicadores en los que se sustentan los ejes de influencia y que, sistematizados, permiten la presentación del informe de BSCoop de cada organización y sujeto a ser certificado por la ACI.