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ES&T - Economía Social y Transformación
Nuestra reflexión está centrada en la necesidad, urgente e importante, de pintar "el cambio que transforma"; y estamos seguros,
de que la Economía Social es parte de esa gran obra.

Oscar Bastidas Delgado, José R. Hernández, Iñaki Gainzarain, Nelson Freitez,
Carlos Molina Camacho, David Esteller Ortega, Eduardo Matute, Mario Fagiolo


jueves, 22 de noviembre de 2012

Presidente, es con usted: COOPERATIVAS Y EMPRESAS CAPITALISTAS (II)

Profesor David Esteller Ortega
estellerd@hotmail.com


Algo que previó Marx muy bien y que poco se ha comentado: En las empresas capitalistas el trabajo es cooperativizado o colectivo, aunque las ganancias son apropiadas por el dueño o los accionistas propietarios. He allí el germen de la desaparición del capitalismo, porque cuando esas empresas lleguen a la máxima producción de riquezas y reine la más plena abundancia, se podrá realizar la verdadera transición a una sociedad justa, de hombres libres e iguales, llámese esa sociedad comunista o como se quiera llamar. Pero desde luego, ahí entrarán en juego los proletarios organizados, con conciencia de sí mismos, en otras palabras, organizados en sindicatos fuertes y con conocimiento de su papel histórico, de motor fundamental para el cambio. Por eso, Marx dijo que para llegar al comunismo tenía que haberse desarrollado una sociedad de abundancia y riqueza y que esa sociedad llegaría primero en los países de gran desarrollo capitalista.


Aceptando, en cierta medida, como método de estudio y de análisis el materialismo histórico, no se puede o, al menos, no se ha dado el caso, del paso de una sociedad con un modo de producción feudal, semifeudal, subdesarrollado o semicapitalista, a una sociedad con un modo de producción socialista o comunista, debe pasar previamente por una sociedad de alto desarrollo del modo de producción capitalista. Pretender que Venezuela pase directamente al modo de producción socialista o comunista, creo que es un error de catastróficas consecuencias. (Véase el fracaso de la Unión Soviética, de las denominadas Democracias Populares en Europa Oriental, de Corea del Norte y de Cuba). Tiene que transitar primero por un sistema capitalista de alto desarrollo, donde no haya escasez, donde no haya corrupción o ésta esté reducida al mínimo, donde se cumplan las leyes con un poder judicial honesto e imparcial, y con un nivel cultural superior. De lo contrario, tratar de imponer un régimen socialista en nuestra Venezuela actual, por más maromas que se haga, será un fracaso que nos conducirá, si es que ya no la tenemos, a una dictadura abierta o solapada.

Puede estar en el gobierno un partido que se llame socialista o comunista, pero que no trate de imponer el socialismo o comunismo, porque es un error como se ha demostrado. Tendría más bien que impulsar el incremento de verdaderas cooperativas y de las empresas capitalistas, incluyendo también las del Estado, tendente a lograr el desarrollo que nos conduciría al socialismo. Al respecto, una sana burocracia estatal no puede ser determinada por la militancia partidista, por la ideología política o por la obsecuencia al jefe, pues de ser así, se seguirá transitando el camino de la ineficiencia y la corrupción.