PERSONAS CON VALORES QUE TRASCIENDEN ÉPOCAS
El 14 de mayo de 1771 nació Roberto Owen, socialista utópico
británico, considerado como el padre del movimiento cooperativo que
buscó la forma de promover una sociedad mejor desde su posición como
empresario.
Su gestión fue un experimento innovador, pues consiguió que la empresa
arrojara beneficios introduciendo mejoras sustanciales para los
trabajadores: elevó los salarios, sentó las bases de una seguridad
social mutualista y proporcionó a los obreros condiciones dignas de
vivienda, sanidad y educación. Este último fue para él el objetivo
esencial, pues consideraba que una educación liberal y solidaria sería
el mejor instrumento para acabar con la delincuencia y poner las bases
para un futuro de justicia e igualdad.
Owen fue un pionero del socialismo, inspirado aún por la fe de los
pensadores ilustrados del siglo XVIII en el progreso humano y en la
posibilidad de reformar gradualmente la sociedad mediante la razón, el
convencimiento y la educación. Carlos Marx y Federico Engels le
clasificarían más tarde entre los socialistas que llamaron utópicos,
ya que se esforzaban por diseñar una sociedad futura ideal (como la
Utopía de Tomás Moro), confiando en que bastaría el ejemplo de unas
pocas comunidades ideales de este tipo para convencer a la humanidad
de sus ventajas y extender así el modelo de forma pacífica; al mismo
tiempo, el término sugería que estos primeros socialistas europeos
sostuvieron ideales quiméricos al soñar ingenuamente que podría
pasarse al socialismo sin pasar por una revolución.
La fama de Owen se extendió por Gran Bretaña y éste aprovechó su
notoriedad para plasmar sus ideas en conferencias y libros, en los que
fue desarrollando un ideal de socialismo gradualista y cooperativo,
muchas de cuyas propuestas inspirarían a socialistas posteriores
(incluido el propio Marx). Entre las obras de Owen cabe destacar Una
nueva visión de la sociedad (1813) y el Informe al Condado de Lanark
(1821).
Sin embargo, sus socios capitalistas en New Lanark desaprobaron una
gestión tan generosa hacia los obreros y le desplazaron de la
dirección. En el futuro, Owen pasaría a confiar más en la acción del
Estado como impulsor de las reformas sociales necesarias que las
clases acomodadas no iban a adoptar por iniciativa propia, al tiempo
que criticaba la idea misma de una economía competitiva.
En 1825-28 volvió a intentar poner en práctica sus principios en una
nueva comunidad modélica llamada New Harmony (Indiana, Estados
Unidos); pero la empresa fracasó y se llevó la fortuna personal de
Owen.
De vuelta a Inglaterra, pasó a ser un activista del incipiente
movimiento obrero: fundó una «Bolsa de cambio equitativo de trabajo»,
con la que esperaba desterrar el dinero, el beneficio y la explotación
del trabajo obrero; participó activamente en el movimiento de los
cartistas, que reivindicaban pacíficamente la introducción de reformas
democráticas en el sistema político británico; y en 1833 se puso a la
cabeza de la primera central sindical británica de ámbito nacional (el
Grand National Consolidated Trade Union), que llegó a tener medio
millón de afiliados