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ES&T - Economía Social y Transformación
Nuestra reflexión está centrada en la necesidad, urgente e importante, de pintar "el cambio que transforma"; y estamos seguros,
de que la Economía Social es parte de esa gran obra.

Oscar Bastidas Delgado, José R. Hernández, Iñaki Gainzarain, Nelson Freitez,
Carlos Molina Camacho, David Esteller Ortega, Eduardo Matute, Mario Fagiolo


viernes, 31 de agosto de 2012

ECONOMIA SOCIAL Y DESARROLLO


Prof. Eco. Mario Fagiolo (UDO)
mario.fagiolo@gmail.com

La crisis que explotó, con virulencia mundial, en 2008 empezó a gestarse en la década de los ’70 del siglo XX. Sus primeras manifestaciones fueron la crisis de los grandes centros industrializados y la caída abrupta de la producción mundial. A partir de allí comenzó el agotamiento del paradigma de la modernidad y del modelo de desarrollo basado exclusivamente sobre el crecimiento cuantitativo. La fórmula encontrada, por las grandes empresas transnacionales, para tratar de responder a los dos grandes problemas mencionados fue la globalización. Aprovechando las potencialidades de las nuevas tecnologías, basadas en la informatización y la difusión del conocimiento, se inició una restructuración global de la división internacional del trabajo y una deslocalización de los sistemas productivos, en busca de recuperar competitividad en los mercados mundiales. A pesar de los éxitos cuantitativos – de corto plazo – estas soluciones vinieron acompañadas por sensibles retrocesos de los mecanismos públicos de protección y asistencia social, que han conducido a un significativo aumento de la pobreza y de la exclusión.

Las respuestas espontáneas de las sociedades y de los gobiernos locales – impactados por esta situación – no tardaron en manifestarse: lo local y lo endógeno fueron rescatados como cognomentos de los nuevos modelos de desarrollo, para contrarrestar los efectos negativos de la globalización. Lo que está en juego es la redefinición de la política del desarrollo, movilizando las fuerzas endógenas presentes en el territorio, que es el ámbito donde se desenvuelven los agentes locales cuya capacidad de fijar el rumbo – a través de un proceso de construcción política – permite construir desarrollo, caracterizado como proceso territorial.

El desarrollo local es concebido como una manera autónoma para conseguir soluciones a los problemas y a las necesidades de los integrantes de la comunidad. Parte de la idea que cada comunidad es única; en cuanto construyó – históricamente – su propia identidad y cultura. El territorio es percibido en términos relacionales, como “tejido social” que alimenta los procesos de crecimiento y cambio estructural, que – a través de la participación organizada de los actores locales – toma forma de “estrategias de desarrollo desde abajo”. Esto implica la estricta relación que existe entre esta visión y la promoción de Organizaciones de la Economía Social (OES’s), en las cuales – como define la ACI (Alianza Cooperativa Internacional) – la autonomía, la voluntariedad y la gestión democrática son considerados principios fundamentales. Vale señalar la importancia del programa internacional de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) que promueve el desarrollo económico local por medio de cooperativas.