Por Iñaki Gainzarain -- (@igaztelu)
La “Tripartita”, en el Pacto de Punto Fijo, desarrolló un espacio de Cooperación entre gobierno, empresarios y gremios sindicales. Era una tribuna para promover el crecimiento empresarial. Se inscribió en un país que iniciaba el camino al desarrollo. De ella, nacieron instituciones importantes como el INCE.
Pero ni las autoridades, empresarios ni gremios, lograron sentar las bases de un proceso sensato de urbanización, ni la creación de una política de polígonos industriales modernos, y en sintonía con el acelerado crecimiento de las ciudades.
Entre la décadas de los 50,60 y 70, se pudo observar el desarrollo de la vialidad e infraestructura educativa y de salud. Pero en materia de Hábitat, se hizo evidente la futura crisis urbana, con los grandes barrios a la cabeza, y con gran parte de las ciudades sin espacios públicos adecuados, y con una inminente crisis de infraestructura.
· 7 de cada 10 venezolanos (urbanos) habitan en una casa en precaria situación;
· Los grandes barrios, a partir de los 80, están creciendo verticalmente, y no existe en ellos un entramado organizativo que sea capaz de operar en ese mundo informal, y extremadamente violento.
· 1 de cada 10 venezolanos está desempleado y otros 5 están en la economía informal. 6 de cada 10 venezolanos no tiene seguridad social.
· El 50% de las industrias han cerrado sus puertas en los últimos 13 años.
Déficit de urbanismos adecuados, proliferación de invasiones y problemas de empleo y de servicios públicos claves (educación, salud, agua, electricidad y seguridad), anuncian retos que exigen la inclusión de los actores que representan los intereses en juego, todo ello, en un país en decadencia, polarizado, y sometido por el Régimen actual, a una sobredosis de sumisión a través del populismo salvaje.
Entonces, en un nuevo Pacto Histórico, ¿Cuáles serán los actores a convocar, además de los de la Tripartita del Pacto de Punto Fijo?
A mi juicio son: las Comunidades Organizadas, las Cooperativas, y las Organizaciones de “DDHH y Educación”.
El primer paso es sentar las bases de una institucionalidad capaz de iniciar la “Transformación” de los Grandes Barrios. Eso pasa por incluir a los constructores de los barrios (las familias); por promover cooperativas comunitarias especializadas y articuladas a las grandes constructoras; y por involucrar a las Universidades e INCE en el desarrollo de las “Escuelas Técnicas para la Transformación del Hábitat”, y a los grupos de DDHH en la promoción de las “espacios comunitarios de Resolución de Conflictos”.
En el siguiente artículo, ahondaremos en proyectos concretos que deberían asumirse desde la “Sextupartita”.
Me despido con esta reflexión:“Una Sociedad que no transforma la realidad de sus grandesmayorías pobres, es esclava de caudillos, y lo más grave, hipoteca el futuro de sus hijos”.